[dropcap style="1" size="3"]D[/dropcap]urante el verano se produce un aumento de las temperaturas que puede afectar nuestra salud. Conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones y unas medidas de prevención en los días de más calor para evitar los posibles efectos negativos para la salud, y sobre todo, entre los colectivos más vulnerables, como son las personas mayores, los niños y los enfermos crónicos.
Desde un punto de vista social, la marginación, el aislamiento, la dependencia, la discapacidad o las condiciones de habitabilidad de las personas con menos recursos añaden factores de riesgo que hacen aún más vulnerables a colectivos que, precisamente por sus condiciones socioeconómicas, deberían estar más apoyados.
Las temperaturas, tanto la mínima como la máxima, pueden subir por encima de lo habitual, es lo que se conoce como umbrales de temperatura que se encargan de fijarlos la Agencia Española de Meteorología (AEMET), el Ministerio de Sanidad, servicios Sociales e Igualdad y las Comunidades Autónomas.
Cuando aumentan la máxima y la mínima por encima de estos umbrales se decreta una alerta sanitaria por aumento de las temperaturas. Debemos estar atentos a los avisos que se realizarán a través de los medios de comunicación para que esos días se extremen las medidas recomendadas.
Para las dos provincias canarias el umbral de temperatura es de 33 grados de máxima y 23 de mínima.
El Plan de Prevención de los Efectos de las Elevadas Temperaturas establece cuatro niveles diferentes de temperaturas excesivas, en función de las temperaturas previstas y de su duración en el tiempo:
NIVEL CERO o de ausencia de riesgo, que se representa con el color verde.
NIVEL UNO o alerta amarilla cuando las temperaturas máxima y mínima suben por encima de los umbrales de referencia al menos durante 2 días.
NIVEL DOS o alerta naranja cuando las temperaturas se mantienen elevadas durante al menos 3-4 días.
NIVEL TRES o alerta roja cuando las temperaturas elevadas se mantengan o superen los 5 días.
Una de las medidas fundamentales es beber más agua, independientemente del tipo de actividad que se esté llevando a cabo, y no esperar a estar sediento.
Los mayores, menores de 4 años y enfermos crónicos deben beber al menos cada hora para evitar la deshidratación. Las personas más vulnerables es mejor que permanezcan en casa los días de mucho calor. Para el resto, lo mejor es no exponerse al sol demasiado tiempo o en horarios en que los rayos solares llegan más verticalmente (de 12 a 16 horas).
Grupos de mayor riesgo:
- Personas mayores, especialmente en el grupo de edad mayor de 65 años.
- Lactantes y menores de 4 años.
- Personas que padecen enfermedades cardiovasculares, respiratorias y mentales (Demencias, Parkinson, Alzheimer,…).
- Personas que padecen enfermedades crónicas (diabetes mellitus, obesidad mórbida,….).
- Personas que toman determinados tratamientos médicos (diuréticos, neurolépticos anticolinérgicos y tranquilizantes).
- Personas que padecen trastornos de la memoria, dificultades de comprensión o de orientación o poca autonomía en la vida cotidiana.
- Personas que presentan dificultades en la adaptación al calor.
- Personas que viven solas, en la calle o en condiciones sociales y económicas desfavorecidas.
- Personas que por razones laborales (trabajo manual en el exterior o que exige un elevado contacto con ambientes calurosos), deportivas (deportes al aire libre o de gran intensidad física) o de ocio, pasan mucho tiempo expuestos al calor.
Otros factores de riesgo generales:
- Enfermedades agudas durante los episodios de temperaturas excesivas.
- Consumo de alcohol y otras drogas.
- Ausencia de climatización y viviendas difíciles de refrigerar.
- Contaminación ambiental.
- Ambiente muy urbanizado.
- Exposición continuada durante varios días a elevadas temperaturas que se mantienen por la noche
La Calima
En algunas ocasiones coincidiendo con una elevación de las temperaturas en Canarias se acompaña de otro fenómeno que llamamos calima, que es un aumento de polvo del desierto del Sáhara en suspensión. Esto contribuye a resecar las vías respiratorias, y en muchas ocasiones se puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, tales como el asma, personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC) que hacen que aumenten las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios en algunos casos.
Qué hacer en caso de calima:
- No salir a la calle y mantener cerradas puertas y ventanas de las casas
- Utilizar paños húmedos para limpiar el polvo
- Mantenerse en ambientes húmedos e hidratarse
- No realizar ejercicios físicos
- En caso de empeorar tus síntomas respiratorios llamar al 1-1-2
El Ejercicio físico
El ejercicio físico, sin importar la época del año, es un ingrediente fundamental para un estilo de vida saludable: ayuda a prevenir y controlar muchas enfermedades crónicas, favorece el control del peso, reduce el colesterol, fortalece los huesos y músculos, disminuye el riesgo de padecer obesidad y ayuda a regular el sueño.
El verano es una estación del año donde tenemos más posibilidades de realizar algún tipo de ejercicio físico, ya que disponemos de más tiempo libre y hay más horas de luz. Por ello y con el objetivo de mantener un buen estado de salud, recomendamos al menos media hora de actividad física de intensidad moderada-vigorosa al día y para realizarla adecuadamente deberás tener en cuenta los siguientes puntos:
Decálogo de cuidados básicos al realizar ejercicio físico en días de calor:
1. Un buen desayuno: Acorde con la actividad física que desarrolles, el ejercicio debe realizarse 60 ó 90 minutos después de la comida. Nada de alcohol, nada de tabaco.
2. Elige las horas del día menos calurosas: Las primeras horas de la mañana o al atardecer.
3. Conocerse mejor: Conoce los niveles de esfuerzo que puedes realizar y la frecuencia cardíaca aconsejable para tu edad.
4. Ropa adecuada: Tejidos holgados que absorban la transpiración y calzado adecuado a la actividad física que desarrolles.
5. Hidratarse bien: Sobre todo los días de mucho calor. Los niños y los mayores necesitan más hidratación. Una norma general es beber un litro y medio por cada kilo perdido en el ejercicio y hacerlo cada 10-15 minutos.
6. Utilizar crema solar: Si realizas ejercicio al aire libre no olvides una protección solar de un factor de al menos 30 (FPS). Utiliza gorra y si puedes un pañuelo mojado al cuello.
7. Al correr: Si corres en la playa hazlo preferentemente por la orilla, en superficie lo más plana posible y mejor con zapatillas adecuadas. Si es fuera de la playa busca la sombra y circuitos adecuados.
8. En caso de embarazo, edad avanzada, niños o sobrepeso: Extremar las precauciones y mantener niveles moderados de intensidad y no pasar del 60-70 % del ritmo cardíaco máximo esperado para su condición física.
9. En compañía: El ejercicio físico con amigos o familiares es mucho más divertido y gratificante.
10. Mareos o náuseas: Si te sintieras mal, con mareos o náuseas, como si te fueras a desmayar, deja de hacer ejercicio. Descansa en la sombra y bebe hasta recuperarte.
Las peregrinaciones
En verano celebramos en nuestras islas diversas peregrinaciones, en conmemoración de fiestas religiosas o populares. En estas caminatas debemos tener especial cuidado: la falta de costumbre, la escasa preparación, una vestimenta inadecuada y las elevadas temperaturas pueden jugarnos una mala pasada.
Recomendaciones para los peregrinos:
- Es conveniente hacer un periodo de entrenamiento días antes de la marcha, haciendo caminatas algo largas, para lograr una preparación física que permita la peregrinación sin mayores problemas por el esfuerzo.
- Utiliza una vestimenta cómoda, amplia y transpirable y de tejidos naturales. Protege siempre tu cabeza del sol para evitar la insolación y golpes de calor.
- El calzado es un elemento fundamental. Cuidar los pies frecuentemente evita la aparición de heridas y ampollas. Tu calzado debe ser cómodo, transpirable y flexible. Nunca se debe estrenar calzado en una marcha. Procura que tenga poco tacón y que sea alto para sujetar el tobillo.
- No es conveniente forzar la marcha, ni hacer cambios bruscos de ritmo, ya que pueden ocasionar la aparición de tirones y calambres musculares. No sobrepases los 5 km por hora. Se deben efectuar descansos breves cada 5 km y procurar no caminar en las horas de más calor.
- Para caminar de noche, hazte ver, y recuerda que es obligatorio llevar un elemento luminoso o reflectante visible a una distancia mínima de 150 m para conductores que se aproximen y conveniente llevar ropa clara.
- Lleva siempre alimentos como chocolate o frutos secos no salados, y bebida (agua o bebidas isotónicas). Mantente bien hidratado bebiendo con frecuencia.
- No es recomendable en absoluto el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, especialmente si se está expuesto al sol de forma prolongada y se tiene que conducir posteriormente. Si consumes alcohol, hazlo con moderación.
- Incluye en tu bolsa un pequeño botiquín con pomada para calambres musculares, para picaduras de insectos y material para pequeñas curas como mínimo. Incluye en él crema protectora de labios y solar.
- Ten siempre a mano los teléfonos a los que se pueda llamar para solicitar información o ayuda antes y durante el recorrido.