La DGT afirma que el “el 43% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico y analizados por el Instituto Nacional de Toxicología tenían presencia en sangre de alcohol, drogas o psicofármacos”
El Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote inicia estas Navidades la Campaña “Sálvale la vida. Quítale las llaves” para tratar de concienciar la relevancia que tienen los amigos y familiares, porque muchas veces pueden evitar un accidente si impiden que un ser querido coja el vehículo cuando no debe, cuando no está en plenas facultades.
El presidente del Consorcio, Juan Manuel Sosa apunta que “en estas fechas aumentan las comidas o cenas con motivo de la Navidad y con ellas los accidentes y muchas veces los siniestros. Además de concienciarnos todos de que no debemos coger el coche sin estar en plenas facultades, también es igual de importante evitar que otra persona lo haga”.
La Dirección General de Tráfico en la Campaña de vigilancia de alcohol y otras drogas nos indica que el “el 43% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico y analizados por el Instituto Nacional de Toxicología tenían presencia en sangre de alcohol, drogas o psicofármacos. En peatones ese porcentaje fue del 32%
La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) también afirma que son causantes de casi un tercio de los accidentes mortales.
Entre los objetivos propuestos por la DGT para este año 2018 en materia de alcohol y otras drogas está la de mantener en 5 millones las pruebas de detección de alcohol y efectuar, al menos, 100.000 test de detección de drogas.
Preocupación por la tolerancia
Una encuesta de la Fundación Mapfre sobre conducción y drogas en 2016 concluye que la tolerancia al consumir y conducir es muy alta, especialmente en jóvenes. A pesar de considerar las drogas como un factor de riesgo, dos de cada tres conductores jóvenes reconocen haber viajado con un conductor bebido, y uno de cada tres con uno que había consumido porros, en los últimos 6 meses.
La droga más consumida en España es el cannabis, sustancia que se percibe como la menos peligrosa para la conducción.
El alcohol multiplica el riesgo de accidente por cinco por encima del límite legal, y por más de 100 cuando se sobrepasa el límite penal (1,2 gramos de alcohol por litro de sangre). Por su parte, las drogas de comercio ilegal multiplican el riesgo entre 2 y 7 veces respecto de los conductores no consumidores.
La eliminación del consumo de alcohol y otras drogas contribuiría a reducir la siniestralidad vial mortal hasta un 50%.
De las estadísticas a la realidad
El 25% de las muertes en carretera en Europa están relacionadas con el alcohol, mientras que sólo el 1% del total de kilómetros recorridos son conducidos por personas con 0,5 gr/l o más de alcohol en sangre, según el Observatorio Europeo de Seguridad Vial (ERSO)
El Estudio de prevalencia de sustancias psicoactivas en conductores (EDAP) realizado en 2015 por la DGT constata que 12 de cada 100 conductores circulan tras haber ingerido drogas y/o alcohol.
En 2016, más de 100.000 conductores dieron positivo en los controles de alcohol y otras drogas que los agentes de la ATGC realizaron en vías interurbanas. A estas cifras hay que sumar la de los controles que realizan las distintas policías locales y autonómicas en su ámbito de actuación.
El alcohol y las otras drogas no solo están relacionados con una mayor accidentalidad, sino que también suponen una mayor mortalidad y lesiones más severas.
Según la memoria anual del Instituto Nacional de Toxicología, el 43% de los 589 conductores fallecidos y analizados por dicho organismo tenían presencia en sangre de alcohol, drogas o psicofármacos. En el caso de los peatones analizados (167), el porcentaje asciende al 32%.
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